Cosas a tener en cuenta para el cambio de la caldera
A la hora de cambiar la caldera es necesario reflexionar y considerar cuál es el modelo que más puede beneficiar de los que están presentes en el mercado, atendiendo a las necesidades y preferencias de los propietarios. En este sentido, es necesario valorar:
- Analizar el estado de las instalaciones:
En relación a ello, es esencial comprobar que las anteriores calderas no sean antiguas o tengan algún tipo de avería, ya sea perceptible o no a la vista, que pueda ocasionar algún problema grave en el momento de instalar el nuevo sistema.
En las nuevas instalaciones suele contar, en principio, con un estado de limpieza que se encuentra en buen estado. No obstante, con las que ya tienen mucho tiempo hay que tener más precaución con las limpiezas de circuito. Si no se protegen los filtros es posible que se puedan desencadenar en un desembolso adicional.
- Ser consciente de las cualidades de la vivienda:
Los metros cuadrados que tenga la vivienda, el número de habitaciones y de personas que viven dentro, su ubicación geográfica e incluso los hábitos de los ocupantes son determinantes a la hora de escoger la mejor caldera, para que se adapte tanto al diseño del hogar como a la practicidad de la misma.
- Los diversos modelos de calderas disponibles actualmente, según la clase de servicio que precisemos:
En este sentido, se aprecia una diferencia entre:
○ Calderas mixta
Son las que se emplean para la calefacción y, al mismo tiempo, producen agua sanitaria de la vivienda para que se caliente más rápido. De este modo, garantiza cierto confort, al disponer de un sistema para dos dispositivos del hogar. Su diseño permite retener mucha energía en espacios pequeños y no precisan de depósito externo. La instalación es rápida y económica porque precisa de menos tuberías que otros montajes.
○ Calderas de calefacción
A diferencia de las anteriores, estas sí que precisan un depósito externo para poder acomular el agua caliente. Esto, no obstante, permite que los usuarios obtengan agua caliente desde varios grifos al mismo tiempo, sin cortar el suministro al que la está necesitando. Este tipo de calderas presentan cierta compatibilidad con los sistemas de energía renovables, como los paneles solares o la aerotermia, por lo que no solo ayuda a un medioambiente más sostenido, sino a ahorrar en la factura eléctrica.
- La potencia y el combustible que deseamos que posean para su funcionalidad
Dos factores determinantes a la hora de escoger la mejor caldera para el hogar. Es importante saber que cuanta más potencia se adquiere mayor es la capacidad de producción de los servicios, lo que implica también un incremento en el consumo energético.
Por otro lado, hay que considerar que si no se tiene en cuenta el nivel de confort de la calefacción puede que se deba a un problema en la dimensión de las emisiones, radiaciones de aluminio que hacen que la potencia incrementa y, por lo tanto, se dispare el recibo del gas.
Una caldera de condensación para una vivienda no supera los 40 kilovatios (kW) de potencia. La media, asimismo, oscila entre los 24 kW, por lo que habrá que examinar el funcionamiento de la anterior instalación para restablecer el servicio, en el caso de que fuese necesario.
En cuanto al combustible, lo normal es que se continúe con el ya instalado para no gastar. No obstante, una alternativa puede ser cambiarlo hacia sistemas de suministro que dispongan de una red de gas natural, butano, gas, gasoil o propano por razones de comodidad o preferencia. ¡A gusto del consumidor!
- Comparar el ahorro en la factura del gas que permite cada instalación:
Para finalizar, un paso tan sencillo como el que te permita economizar al tiempo que consumir de una forma responsable