Todo lo que debes saber de las calderas de gas

Reparar calefacción en Madrid

¿Qué es y cómo funciona una caldera de gas? Tipos de calderas de gas, precios y ventajas de comprar una caldera de gas.

Todo lo que quieres saber sobre las calderas de gas

Las calderas de gas, igual que el resto de equipamientos domésticos, son MUY importantes para, al menos, esas tres partes de nuestras vidas TAN decisivas.

Una buena elección de modelo, así como un buen mantenimiento y revisión del mismo, nos pueden hacer ahorrar muchísimo dinero mientras nos cuidamos en casa…

y cuidamos de la casa de todos, reduciendo la contaminación con nuestras emisiones perjudiciales para la atmósfera.

Queremos que sepas qué tipos de caldera de gas hay, cómo funcionan, cuánto cuestan y cuáles son sus ventajas y desventajas, si las comparamos con otras opciones de calefacción de hogar.

Definamos caldera de gas…

Es tan simple como un depósito cerrado generalmente metálico –la propia caldera- que calienta agua, usando en este caso gas como combustible para lograrlo.

¿Cómo funcionan?

Tenemos un quemador que se ocupa de iniciar la combustión de gas.

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Pues bien, cuando ese gas –hoy en día y normalmente gas natural, aunque existen calderas que usan gas propano o gasoil- se quema, calienta y convierte en vapor el agua,

saliendo de ese depósito con la misión de calentar nuestros hogares a través de los circuitos como los que conectan los radiadores o los suelos radiantes.

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Las calderas de propano necesitan almacenar el gas en otro depósito externo a la caldera. Las de gasoil, más económicas, no permiten cocinar y requieren de una salida

para los gases generados durante la combustión.

Por todo esto, el gas natural es lo más seguro y práctico –motivo por el cual se le conoce también como gas ciudad.

Hay 4 tipos de caldera de gas…

  • Calderas de Gas Estancas: la cámara de combustión está sellada y no consume el aire del hogar, siendo más seguras ya que los gases que produce la combustión no entran en contacto con el aire de nuestro entorno.
  • Calderas de Gas de Bajo NOx: igualmente estancas, su diseño hace que emitan menos óxido de nitrógeno (NOx).
  • Calderas de Gas de Condensación: también estancas, tienen la ventaja de reutilizar la energía del vapor de agua una y otra vez, de forma más eficiente que las anteriores, por lo que ahorran más consumo de gas. Son, además, más seguras y eficaces.
  • Calderas de Gas Atmosféricas: aquí, al contrario, la cámara de combustión se haya abierta, y el aire de la combustión es el del lugar donde se halla la caldera.Contamina mucho más y resulta mucho menos eficiente y segura, derivando además parte de estos gases perjudiciales a nuestros propios hogares.

 

¿Qué precio tienen?

Evidentemente, depende del tipo, marca y modelo. Las calderas atmosféricas, menos seguras y recomendables, se pueden comprar por unos 300€. Para pasar a calderas estancas, el precio puede variar de los 400€ a los 1.400€.

Las de bajo NOx empiezan en los 800€. Y si buscamos calderas de condensación, mucho más eficientes y también más seguras, parten de los 1.000€.

Ventajas de las calderas de gas 

  • PrecioA partir de los 300€ se puede tener una en casa, aunque se recomiende disponer de un modelo con cámara de combustión cerrada (desde los 400€).
  • Rapidez, comodidad y espacio. Su efecto a la hora de calentar el hogar es bastante rápido, y como disponen de termostato y contador, podemos programar la temperatura y regular el consumo de forma sencilla. Además, no suelen ocupar mucho espacio en casa.
  • Vida útil.En general, este tipo de calderas dura más tiempo que otras calefacciones.
  • Limpieza.Si hablamos del gas natural, concretamente, su empleo no contamina, a diferencia de otros medios de calefacción que sí emiten residuos.

 

Desventajas de las calderas de gas

• Mantenimiento. Tampoco es que se diferencien demasiado de otros tipos de calefacción en este punto, puesto que la mayoría necesita una revisión periódica cada no demasiado tiempo. Las de gas, en concreto, deben ser limpiadas una vez al año para evitar no solo posibles averías y atascos, sino también (sobre todo) por prevenir accidentes y problemas de seguridad, amén de la posterior reparación.

Además, deberíamos purgar los radiadores antes del comienzo de cada temporada de frío.