BLOG DE CONSEJOS DE REPARACIONES URGENTES EN MADRID

Nuestros técnicos nos dan pautas con la decoración de salones con materiales frescos y ligeros de cara al verano.


Los cambios de estaciones requieren modificaciones dentro del hogar y de sus espacios. Estas modificaciones, no son otra cosa que, adaptarlos al tipo de clima que corresponde. En verano las temperaturas causan el suficiente calor como para saber que hay que emprender previsiones antes de la llegada de la estación.

La exposición al sol puede generar complicaciones a la salud, igual que la exposición al calor, es por ello que resulta estratégico minimizar el impacto de los efectos del verano a través de elementos de decoración, hechos con materiales frescos y ligeros.

A continuación, vamos a plantear varias decoraciones que se recomiendan para los espacios de la casa, de cara a la estación del año más calurosa:

Una salón menos caluroso

El salón es, después de las habitaciones, el lugar más frecuentado por la familia o las personas que habitan el inmueble. Para acondicionar el espacio y evitar la sudoración, deshidratación y las incomodidades generales, producto de la temperatura, es indispensable comenzar por el color de la pintura de las paredes.

Los colores recomendados para la temporada son los de tono claro: blanco y azul. Entre los colores blancos se recomiendan: blanco roto o tiza. El blanco roto no es nevado, tiene un tono más grisáceo, sin embargo, estimula, como los demás de su gama, la sensación de frescura, es el ideal para filtrar el exceso de luz que se puede colar por las ventanas y puertas.

Otros colores ideales para las paredes son los tonos fríos de la gama de los verdes: oliva y aguamarina. Adicionalmente, los colores azulados como: turquesa y azul claro. Sin embargo, los colores claros en tonos blanco roto o tiza, proporcionan mayores posibilidades de completar una decoración, en la que se combine, frescura y buen gusto.

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En cuanto a muebles, lo mejor es conservar en los sofás los colores grises o verdes oliva. Lo ideal para la decoración de cara al verano, son los sofás chaise longue, porque están hechos en tonalidades que proporcionan frescura, además que estimulan un estado de confort debido a las características del diseño y las comodidades que provee. Los cojines más idóneos son aquellos de estampados floral o verde oliva.

Las luces que se recomiendan para la sala, en temporada de verano, son las que contienen luminaria LED, ya que no emiten calor, sin embargo, lo importante es que desde la perspectiva del decorado, las lámparas conserven un diseño que en color y estilo, no desentonen con la decoración general del espacio y con el objetivo de hacer de la sala un lugar fresco y ligero para estar.

 

Observar y proporcionar frescura a la cocina

Se suele relacionar la cocina con calor, debido a que en el proceso de preparación de alimentos, el fuego siempre está presente. Pero, en temporada de verano, ese espacio en especial, puede llegar a ser más caluroso que el resto de la casa. Por lo que la pregunta que ¿De qué manera se puede decorar el área de la cocina para hacerla más fresca y ligera en verano?

Veamos algunas recomendaciones de decoraciones:

Colores fríos en las paredes: aguamarina, verde oliva o turquesa. Adicionalmente, tanto el color de los muebles como el color de las paredes, deben estar alineados a las tonalidades frías y claras. Se recomienda el color blanco en la cocina, pero también este puede mancharse con mayor facilidad y dar un aspecto poco higiénico al espacio. Lo ideal es evitar propiciar una decoración recargada que genere agobio visual, mientras más despejada se encuentre, es mucho mejor. Solo los elementos necesarios.

Cambiar bombillas, por luces LED y conservar un modelo de lámpara en colores claros que no desafine con los colores del espacio. Si la cocina, tiene ventanales alrededor, perfectamente se puede evitar encender cualquier bombillo en el espacio y considerar proveerse solo de la luz del día.

Las conexiones y rutas de aire en la casa

Cuando vamos de un salón a otro en nuestra casa, lo hacemos a través de pasillos, bajando, subiendo escaleras, en fin, entre las distancias, largas o cortas, hay paredes. Conviene que las paredes por donde se conecta un espacio con otro, sea el lugar para establecer un mosaico de metal, porque estos ayudan a mantener cierta frescura en los pasadizos, además que, visualmente, mantienen los espacios dentro de los estándares de la belleza que proporcionan bienestar.

Cercano a los mosaicos de metal, se recomienda colocar plantas, ya que, el mosaico tiene la virtud de absorber la frescura y mantenerla en el espacio. Es una especie de difusor que ayuda a aprovechar cualquier corriente de aire, además de la frescura de las plantas cercanas.

El punto álgido de la temporada: la habitación

Si hay un lugar de la casa en la que sentimos de manera acentuada los efectos del calor, es en la habitación. Es el espacio donde no podemos permitir que la incomodidad de las temperaturas, se instale y promueva insomnios innecesarios. Los textiles en verano juegan un papel fundamental, se recomiendan los colores azulados, sábanas ligeras, color blanco, beige o rosa claro. Detalles en las fundas de las almohadas, alusivos a flores o paisajes que generen frescura visual. El color azul relaja y refresca al mismo tiempo, y la sensación de bienestar es mayor, cuando se combina con cortinas en las ventanas, color crema, blanco roto o beige. La alfombra color verde es fundamental para sentir la sensación de frescura en la habitación.

Uno de los tips para verano es: evitar el desorden o todo elemento que recargue visualmente el espacio.

Las plantas, las grandes aliadas

En la decoración de verano no puede faltar el elemento que la naturaleza proporciona: las plantas. Ubicadas estratégicamente en cada salón, pueden ayudar a minimizar el calor dentro de las casas. Se recomienda colocarlas cercana a las ventanas, para que minimicen la entrada de los vapores del exterior.

Nuestros técnicos de calderas nos indican las diferencias entre las calderas de gas y las eléctricas.


A día de hoy si pensamos en una vivienda, la caldera es un complemento primordial que siempre está presente. No obstante, una de las cuestiones más comunes que se nos pasa por la cabeza a la hora de disponer una caldera es escoger qué modelo es el mejor: eléctrica o de gas. Cada una tiene unas propiedades precisas, pero irá en función de nuestra vivienda, de las necesidades y de la temperatura externa el que nos inclinemos por una u otra.

Sin duda, las calderas eléctricas y las calderas de gas tienen discrepancias entre sí. A pesar de ello será el ambiente en el que vivamos la causa que más incidirá a la hora de optar por nuestra caldera.

En ocasiones esto puede provocar una batalla, por ese motivo vamos a tratar que entiendas los beneficios de cada una de ellas para que puedas seleccionar así la que más se amolde a tus condiciones.

¿En qué aspectos es mejor inclinarse por una caldera de gas?

Generalmente, las calderas de gas natural son más efectivas y económicas que los modelos de calefacción eléctricas. Pero, todo irá en función del hábitat en el que te sitúes, como hemos dicho con anterioridad.

Hay municipios, que en la actualidad no disponen de acceso a la red de gas natural canalizado, por lo que la mejor selección será que escojas otro método de calefacción

Dejando este suceso a un lado, las calderas de gas en nuestro país son más eficientes en entornos fríos y hogares grandes.

Para las viviendas más pequeñas, debemos considerar tanto lo que calientan como el de la instalación, la caldera y su mantenimiento.

Los beneficios principales del gas natural son primordialmente:

  • Obtención rápida de calor, ya que con una buena caldera aseguras una temperatura perfecta.
  • Para viviendas grandes y ambientes fríos, son más productivas los recibos de gas que los de la electricidad.

Caldera eléctrica, ¿cuándo es mejor?

En desemejanza con las calderas de gas, las eléctricas son una alternativa perfecta para entornos con temperaturas templadas o cálidas. También, gracias a que calienta las viviendas con facilidad, es aconsejable, su empleo en hogares más reducidos. Se identifican por tener un magnífico rendimiento

Por otra parte, una caldera eléctrica puede ser perfecta para segundas residencias, en las que el consumo de energía es exclusivamente en periodos concretos.

El privilegio principal de este modelo es que no precisa obras ni enormes inversiones. La causa, por la que están cualificadas para trabajar de forma tan efectiva, radica en el termostato que llevan incorporado. Al poder ajustar los horarios y mantener una temperatura contínua, se aminora el esfuerzo para alzar la temperatura y el desembolso que acarrea

El reglamento, no puntualiza un calendario obligatorio de revisiones, por lo que estas pueden ser más flexibles. Las calderas eléctricas son muy silenciosas y no despiden ningún tipo de olor. Se previene así las fugas de sustancias tóxicas.

Usa la caldera de forma responsable. Gracias al avance de las nuevas tecnologías, hoy en día es muy común detectar calderas que están conectadas al wifi de la vivienda y a través tablets o desde el propio teléfono móvil puedes llegar a tener un control de la caldera de una manera ágil e infalible. Esto es realizable gracias a la domótica que nos hace la vida más sencilla disponiendo tu hogar conectado y con el manejo en tu bolsillo.

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